LETRAS AMIGAS


En estas semanas de celebración de nuestro primer aniversario, no podía faltar un sincero agradecimiento a todos los amigos que han querido colaborar con nosotros en algún momento a lo largo de este intenso año. 

Estas palabras van dirigidas a todos los que nos han prestado sus letras para hacer del final de esta estantería un lugar más abierto y plural. 

Este es un post diferente, especial y un poco loco. Hemos construido un texto a base de partes de las creaciones de todos nuestros colaboradores. ¡Aquí dejamos el resultado!

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La habitación estaba fría. Las losetas gélidas no ayudaban a calentar la simple estancia. Una cama de hierro destartalada, la mesita de madera y la cómoda con el espejo enmohecido.

¿Cuánto estuvieron allí sentados? No se puede afirmar con seguridad. El tiempo había perdido su noción, despistado, absorto en la belleza de un lugar que sus ojos tantas veces habían visto, pero que sin embargo sus pupilas admiraban con la inocencia de un niño.

- Voy a morir, ¿verdad, muchacha? - dijo el hombre a duras penas, entre toses y cortes de respiración causadas por el dolor. La tenue luz impedía ver el intenso azul de sus ojos, un color que se había ido apagando con la crudeza de la contienda.

Yo sólo quiero fluir a tu lado.
Atardecer. Amanecer.

No me gusta lo fácil, 
ni el café descafeinado, 
ni el dulce de leche o las tartas de nata. 

Disfruta de no tener dolor. 
Disfruta de tender tu ropa. O la suya. 
De darte una ducha larga o corta. 

Los días de vendaval, el mundo está lleno de susurros: 
suspiros de desamor, palabras que se llevó el viento 
y sentimientos ocultos que se fueron en un último aliento.

No descubres a tu auténtico enemigo hasta que te enfrentas a un papel en blanco.

Pero el efecto pasaba. Cuando se iba, de nuevo me sentía vacío. Volvía a la monotonía gris de una existencia roma, simple. Volvía a la vida sin sentido de un don nadie perdido en la inmensidad de un mundo que no le apreciaba; que no le necesitaba. 

Quiero agradecerle que se levante cada día a encender los semáforos, como siempre le digo en broma, y se ponga en marcha de un salto para empezar la jornada.

- ¿Vamos a otro lugar? - propuso él. 
- Eh… ¿cómo? - pregunté, un poco asustada.
- Venga, así nos conocemos mejor. No harás nada que no quieras - me sonrió ella.

- Por cierto - dijo –, no voy a malgastar el tiempo en desearle buena suerte, pero deje de fumar esas cosas suyas tan extravagantes.

Sólo hay tres cosas de las que es imposible escapar: el pasado, el amor y la muerte. E inmediatamente supo que, de la tríada, el pasado era el primero que lo había encontrado.  

Aquellos ojos decidieron no cerrarse cuando hubiese algún problema, sino abrirse de par en par para disfrutar de todo lo que la vida les había regalado y todo lo que les quedaba por disfrutar.
Aquellos ojos dejaron de llorar porque las lágrimas nos nublan la vista y la mente, y hay muchas cosas que merece la pena admirar... y las tenemos al lado. 

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Si queréis volver a leer los textos de nuestros colaboradores al completo, aquí tenéis los enlaces:

Arana
Azahar (10/11/2017)
Tren de medianoche (17/11/2017)
Hazme creer (24/11/2017)

Lara Monroe
Cómplices (29/12/2017)
Yogur sin azúcar (12/01/2018)
Disfruta (02/02/2018)

Dendros (Rafael Núñez Gil)

Mario Salgado
Mi héroe (20/04/2018)
Fleming (28/05/2018)
Fleming (2ª parte) (01/06/2018)

Ciro
Heroína (11/05/2018)

Paco Núñez
¿Y si agradecemos? (17/05/2018)

Nómada
Donde caben dos... (18/05/2018)

Artillera (Mariló Guijarro)
Ojos (07/09/2018)


Tres dedos pintados, a modo de tres amigos que se abrazan.
Imagen en 100 Radios

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