1000 ENTRADAS, 1000 HISTORIAS
Esta es una entrada muy especial, celebramos 1000 entradas en el blog, 1000 historias con las que hemos pretendido emocionar, divertir, reflexionar... Pero por encima de todo, hemos pretendido llegar a todos vosotros compartiendo la ilusión y la pasión por este extraordinario mundo de letras y tintas.
Para celebrarlo, no se nos ocurre mejor forma de hacerlo que con un texto que recupera fragmentos de algunas de nuestras entradas más entrañables, creando una bella historia.
Con nuestro eterno agradecimiento y cariño por seguirnos fielmente, os presentamos nuestra entrada número 1000.
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Me aferré a esa idea, pero en mi subconsciente permanecieron sus encantos. Intenté sostener el impulso y proyecté resistencia al auge de la seducción precipitada.
Caminaba segura de sí misma, dominando la sala con su todopoderosa presencia, con aquel contoneo de sus caderas que encerraba el secreto de un volcán nocturno capaz de arrebatarte hasta el último aliento de vida. Y aquella sonrisa suya, pícara e inteligente que podría robarle el alma al diablo… Toda una invitación al pecado y al peligro.
Mientras tanto,
desde mi tranquilo asiento en esta cafetería,
veía pasar el tiempo y te vi pasar ausente
a través del humo de mi cigarrillo casi
apagado.
Pasan las horas sin darnos cuenta y la gente de alrededor va desapareciendo sin hacer ruido. Pasan las horas, pasan las risas, pasan los versos… pero no pasa nada, nosotros seguimos aquí.
Para celebrarlo, no se nos ocurre mejor forma de hacerlo que con un texto que recupera fragmentos de algunas de nuestras entradas más entrañables, creando una bella historia.
Con nuestro eterno agradecimiento y cariño por seguirnos fielmente, os presentamos nuestra entrada número 1000.
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Me aferré a esa idea, pero en mi subconsciente permanecieron sus encantos. Intenté sostener el impulso y proyecté resistencia al auge de la seducción precipitada.
Caminaba segura de sí misma, dominando la sala con su todopoderosa presencia, con aquel contoneo de sus caderas que encerraba el secreto de un volcán nocturno capaz de arrebatarte hasta el último aliento de vida. Y aquella sonrisa suya, pícara e inteligente que podría robarle el alma al diablo… Toda una invitación al pecado y al peligro.
Mientras tanto,
desde mi tranquilo asiento en esta cafetería,
veía pasar el tiempo y te vi pasar ausente
a través del humo de mi cigarrillo casi
apagado.
Pasan las horas sin darnos cuenta y la gente de alrededor va desapareciendo sin hacer ruido. Pasan las horas, pasan las risas, pasan los versos… pero no pasa nada, nosotros seguimos aquí.
Y pienso en qué ocurrirá cuando falte yo.
Quién se ocupará de revisar todo.
Quién revolverá mi ropa, mis cosas, mi vida.
Y me pregunto si alguien sabrá quién fui.
Cómo fui.
Sé que mi destino,
el fin de mi trayecto,
es amarte con locura.
Y hasta el último aliento
estaré esperando llegar
a la parada final de
tu recorrido.
Hacer el amor con ellas es una experiencia completamente distinta.
Sin prisa, te fui vistiendo con mi deseo.
Se volvió hacia mí y me ofreció una amplia sonrisa.
Y cuando más desesperado me tienes, cuando más opaco se vuelve todo; me presentas una sonrisa comprensiva, una mano amiga que busca el peso de mis hombros y la explosión multicolor de infinitos universos en tus ojos.
Se trata de abrazar,
de acariciar,
de besar,
de caminar
cogidos de la mano.
Y no tienes ni idea de cómo ni cuándo llegó, ni qué esperas o necesitas, pero de repente le quieres en el centro de todo.
Sólo quiero que sepas,
Hoy, mañana y siempre que…
Te quiero, mi vida…
*Relato compuesto de fragmentos extraídos de los siguientes textos, propios de los integrantes de este espacio literario, Al final de la estantería:
Recuerdos |
| Imagen by Alfinaldelaestanteriallenandovacios.blogspot.com |
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