SIN ARMARIOS

Consiguió olvidar los insultos y valorarse por lo que sentía y no por lo que decían. Conoció la soledad y aprendió a amar y amarse. 

Hoy camina, habla, baila y sueña con orgullo. Sin armarios ya, es ejemplo para todos.


Un puño, pintado de los colores del arco iris y un corazón, se eleva hacia el cielo
Imagen by el Diario de Cuyo

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