ANDALUCÍA

Palacios surcados de agua,
hijos del sol y la nieve.
Barcas que cortan las olas
a ritmo de tres por cuatro.
Puentes que unen orillas
otrora romanas y sultanas.
Gata que se adentra en el mar.
Playas de arena cubista.
Puertos de partida a otros mundos.
Oro licuado al sudor del trabajo.
Hogar de reyes sin reino,
donde el río se vuelve salado
y el cielo se desangra en atardeceres.

Ocho cuerpos y un solo latido
que riega de vida a una nación,
heredera de la guitarra y el quejío
nacidos de un dolor antiguo,
tan viejo como su canción,
heredera de la palabra y su simiente,
que lanza su sufrido verso,
en ocasiones exiliado, siempre valiente,
reflejo de un pueblo que regala pasión.

¡Viva Andalucía Viva!
Viva queriéndose al fin.
¡Viva Andalucía Viva!
Libre y valiente sin fin.

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