SANTOS INOCENTES

Parece que hay muchos Santos,
pero no conozco ninguno.

Quizá haya que ser inocente
para creer en los Santos.

Inocente de cualquier crimen,
de actuar con dolo o culpa.
Inocente de haber pecado,
de haber errado o lastimado.

Y es que ni siquiera los santos
son inocentes.

Igual por eso
nos llenamos de risa
cada 28 de diciembre.
Igual por eso
sabemos que los santos existen,
y que, 

sencillamente, 

son aquellos
capaces 

de
                    perdonar.

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