DÍA DE LA LECTURA EN ANDALUCÍA

El 16 de diciembre es el día elegido por la Junta de Andalucía para celebrar el Día de la Lectura en dicha región. Este día nació Rafael Alberti y también, tal día como ese, en 1927, se reunieron en el Ateneo sevillano los poetas que conformarían la Generación del 27: Lorca, Alberti, Dámaso Alonso, Bergamín, Cernuda y Gerardo Diego. Alrededor del 16 de diciembre, por tanto, se celebran en las distintas provincias de la comunidad autónoma actividades literarias y de fomento de la lectura.

La Consejería de Cultura, a través del Centro Andaluz de las Letras, dedica el año 2019 al ochenta aniversario del exilio andaluz. Bajo el lema "Andalucía en los memoriales del exilio", los autores Chaves Nogales, María Zambrano, Francisco Ayala, Luis Cernuda, Manuel Andújar, Emilio Prados, Manuel Altolaguirre, Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí, Agustín Gómez Arcos o el compositor Manuel de Falla serán los protagonistas de los actos centrales de la edición.

La Guerra Civil Española y la posguerra marcaron una nueva etapa para muchos ciudadanos españoles, numerosos intelectuales y literatos entre ellos. Países como Estados Unidos, Francia, México, Argentina o Chile se convirtieron con frecuencia en su destino y refugio, tras verse forzados a dejar atrás su tierra natal por motivos ideológicos o de conciencia y ante las posibles represalias por parte del bando vencedor.

Sin embargo, el exilio no consiguió silenciar sus voces. Muchos siguieron escribiendo artículos y publicando sus obras desde el extranjero, consiguiendo una gran repercusión internacional. Entre ellos, Juan Ramón Jiménez y Ortega y Gasset alcanzaron el Nobel.

La evolución del régimen y la apertura del país hacia el exterior favorecerían el regreso de algunos de ellos. Sin embargo, sentimientos como el desarraigo, la soledad y las ansias de libertad quedarían plasmados para siempre en sus obras. Títulos como El poeta en la calle (Alberti), Memoria del olvido (Emilio Prados) o Desolación de la Quimera (Luis Cernuda) constituyen la brújula en este mar de incertidumbres.

Os dejamos el poema Despedida, de Luis Cernuda, recogido en Desolación de la Quimera en 1962, hermoso ejemplo del dolor del exilio:


Muchachos
Que nunca fuisteis compañeros de mi vida,
Adiós.
Muchachos
Que no seréis nunca compañeros de mi vida,
Adiós.

El tiempo de una vida nos separa
Infranqueable:
A un lado la juventud libre y risueña;
A otro la vejez humillante e inhóspita.

De joven no sabía
Ver la hermosura, codiciarla, poseerla;
De viejo la he aprendido
Y veo a la hermosura, mas la codicio inútilmente.

Mano de viejo mancha
El cuerpo juvenil si intenta acariciarlo.
Con solitaria dignidad el viejo debe
Pasar de largo junto a la tentación tardía.

Frescos y codiciables son los labios besados,
Labios nunca besados más codiciables y frescos aparecen.
¿Qué remedio, amigos? ¿Qué remedio?
Bien lo sé: no lo hay.

Qué dulce hubiera sido
En vuestra compañía vivir un tiempo:
Bañarse juntos en aguas de una playa caliente,
Compartir bebida y alimento en una mesa.
Sonreír, conversar, pasearse
Mirando cerca, en vuestros ojos, esa luz y esa música.

Seguid, seguid así, tan descuidadamente,
Atrayendo al amor, atrayendo al deseo.
No cuidéis de la herida que la hermosura vuestra y vuestra gracia abren
En este transeúnte inmune en apariencia a ellas.

Adiós, adiós, manojos de gracias y donaires.
Que yo pronto he de irme, confiado,
Adonde, anudado el roto hilo, diga y haga
Lo que aquí falta, lo que a tiempo decir y hacer aquí no supe.

Adiós, adiós, compañeros imposibles.
Que ya tan sólo aprendo
A morir, deseando
Veros de nuevo, hermosos igualmente
En alguna otra vida.



*Fuentes: juntadeandalucía.es / iberlibro.com

Cartel del centro andaluz de las letras para la celebración del día de la lectura en Andalucía.
Imagen by juntadeandalucía.es

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