VIVO SIN VIVIR EN MÍ

Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.

Vivo ya fuera de mí
después que muero de amor,
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí.
Cuando el corazón le di
puse en él este letrero:
Que muero porque no muero.

Aquesta divina unión
del amor con que yo vivo,
ha hecho a Dios mi cautivo
y libre mi corazón.
Y causa en mí tal pasión
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué larga es esta vida!,
¡qué duros estos destierros,
esta cárcel, estos hierros,
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué vida tan amarga
do no se goza el Señor!,
porque, si es dulce el amor,
no lo es la esperanza larga.
Quíteme Dios esta carga,
más pesada que el acero,
que muero porque no muero.

Sólo con la confianza
vivo de que he de morir,
porque, muriendo, el vivir
me asegura mi esperanza.
Muerte, do el vivir se alcanza,
no te tardes, que te espero,
que muero porque no muero.

Mira que el amor es fuerte:
vida, no me seas molesta;
mira que sólo te resta,
para ganarte, perderte.
Venga ya la dulce muerte,
el morir venga ligero,
que muero porque no muero.

Aquella vida de arriba,
que es la vida verdadera;
hasta que esta vida muera,
no se goza estando viva.
Muerte, no me seas esquiva;
viva muriendo primero,
que muero porque no muero.

Vida, ¿qué puedo yo darle
a mi Dios, que vive en mí,
si no es el perderte a ti
para mejor a él gozarle?
Quiero muriendo alcanzarle,
pues a él sólo es al que quiero:
Que muero porque no muero.

-Santa Teresa de Jesús-

*Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada, más conocida como Santa Teresa de Jesús, escribió este conocidísimo poema en el año 1571, encontrándose en Salamanca. Fue beatificada en 1614, canonizada en 1622 y proclamada primera mujer Doctora de la Iglesia Católica en 1970. 

Firma de Santa Teresa de Jesús.
Imagen en SalamancaRTV

Comentarios

Entradas populares