UN BEST SELLER DE LOS AÑOS 50

Hubo un momento a mediados de los 50 en que nos apeteció leer. Surgió de forma casi espontánea, gracias a la educación obligatoria. Hartos de recitar ríos de izquierda a derecha y los Reyes de arriba a abajo, a los españoles le apetecía coger un libro sin prisas. Eran lectores con un paladar de trapo en su mayoría, pero adictos a las aventuras bien contadas. Así fue el nacimiento de la "literatura popular", una industria en la que <<El Coyote>> vendió más que nadie.

El autor de este Robin Hood con antifaz fue José Mallorquí (Barcelona, 1913-1972) [...] El calambre que encendió la imaginación de Mallorquí se lo dio Leonor, su mujer. Ella venía de ver <<La marca del Zorro>> en el cine y le dijo que por qué no escribía sobre un hombre honrado y comprometido que impartiera justicia por el Lejano Oeste. La idea gustó y los lectores le dieron la razón: entre los años 1953 y 1960 se vendieron unos dos millones de ejemplares. Las andanzas de César de Echagüe, que así se llamaba el personaje, cautivaron al país.

Los libros de <<El Coyote>> se vendían en los quioscos como cromos de Panini. Se agotaban a menudo y pasaban de mano en mano entre aquellos que preferían ahorrarse las cuatro pesetas que costaba cada ejemplar. A la distribuidora no le pareció bien tanta generosidad entre lectores, y publicó varios anuncios alertando de los riesgos para la salud del intercambio de libros: <<Lector amigo: El contagio no es ahorro>>, decía el anuncio. <<¿Comería usted en el plato usado por un enfermo? Sin embargo, el plato puede lavarse. El libro usado no se puede lavar. Piense un momento en los males que pueden acarrearle la lectura de novelas que hayan pasado por varias manos>>. Solo les faltó poner: <<Compartir puede matar>>.

Pese a todo, se vendieron más ejemplares de <<El Coyote>> que del Fiat 600, y la historia de César de Echagüe fue llevada al cine en 1955. Aquellos fueron los mejores años de José Mallorquí.

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Pero el reconocimiento tuvo una gran contrapartida: El exceso de trabajo. Después de <<El Coyote>> escribió novelas románticas que salían cada una o dos semanas. Había demanda, pero los autores de literatura popular como él vivían al borde de la explotación.

José Mallorquí escribió guiones de radio tan exitosos que en cuestión de días ya tenía ofertas para convertirlos en novela, como ocurrió con <<Dos hombres buenos>>. El destino le arrebató a su mujer más pronto de lo deseable y él contrajo una enfermedad que le impedía escribir con normalidad. Perdió la ilusión y se suicidó en 1972, con 59 años. 

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<<Era un hombre extremadamente desordenado - escribió su hijo César en noviembre de 2007 -, pero también era un coleccionista que mantenía en perfecto orden sus múltiples y diversas colecciones. Era radicalmente abstemio, pero siempre tenía en casa cajas enteras de las más diversas bebidas alcohólicas. Era un hombre de ideas conservadoras, y sin embargo había un componente profundamente anarquista en su actitud vital>>.

*Fragmento extraído del artículo El milagro de <<El Coyote>>, un best seller de los años 50, publicado por Jorge S. Casillas para la sección Cultura de ABC, el 29 de abril de 2016.

José Mallorquí se fotografió mientras escribía en su máquina con un pajarito sobre la cabeza.
Imagen by José Mallorquí

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