UN MAL DÍA

Se enjugó las lágrimas. Se miró al espejo y no se reconoció. Se dijo, otra vez, que nadie la necesitaba. Era una decepción. 

¿Una nota? Para qué. 

El último pensamiento que se cruzó por su mente fue cuánto tardarían en darse cuenta de su ausencia.


Dos manos y una figura se entrevén tras un cristal opaco.
Imagen by autor desconocido

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