Meva i ara teva.


Tan efímeras como las llamas en la noche de San Juan. Tan pequeñas como las gotas del rocío en el verano. De sabor tan intenso como los besos buscados. 
Peras de San Juan: efímeras como las hogueras, pequeñas como los gestos, intensas como los sentimientos camuflados.
Mía y ahora tuya (anda), fue la frase que me regalaron para este cuento, con peras de sabor intenso a pera, con amarillo y verde de color intenso a amarillo y verde, con hojas frescas recién cortadas, con tallos firmes que sujetan la vida. 

Existe desde el inicio de los tiempos un instinto inconmensurable que nos hace proteger la vida de los que más queremos, de los indefensos, de los niños, de ancianos y animales; pero también existe esa necesidad de autoprotección que trabajamos poco y damos por hecho que desarrollará otra persona para nosotros.
Quizás echemos mano de algún conjuro sanjuanero, de un oráculo imperfecto o de algún péndulo quebrado. Quizás dejemos en manos de la magia y de las brujas nuestra salvación, nuestros cuidados y nuestros deseos.
Mientras tanto, disfrutemos comiendo las peras que nos regalan los amigos y nos devuelven a la vida terrena.


Peras de San Juan adornando un plato blanco
Imagen by Pepe Mora: : meva i ara teva (mía y ahora tuya, anda)

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