¿ESTÁS BIEN?

Le pregunté si estaba bien,
y ella se preguntó qué había dicho mal.
De nuevo se cargaba una responsabilidad
que no era suya,
como tantas otras.

Yo solo quería saber si estaba sonriendo,
si sus labios pedían un beso
y sus ojos algo que admirar.
Solo quería saber si su cuerpo la respetaba,
si su cabeza andaba loca, como de costumbre,
si los planes de hoy la llenaban de ilusión.

Le pregunté si estaba bien
y ella se preguntó por qué,
sin entender que no había más motivo
que el pretexto de volverla a escuchar,
de volverme a sorprender.

Le pregunté si estaba bien,
y me dijo que estuviera tranquilo.
No estaba intranquilo.
Mi error fue preguntar,
cuando en realidad,
lo que quería decir era:
"vas a estar bien".

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