LA ANDALUCÍA DE BLAS

"He visto entregada esta tierra a aventureros de la política, a advenedizos que hacen de ella asiento de su cretina vanidad y base de su mezquino interés. Los que hacen de la política una profesión exclusiva y excluyente (como una propiedad) suelen hablar de conflictos entre ideas y realidades. La diferencia entre ellos y nosotros es esta: para ellos, las realidades de un país son los intereses creados; para nosotros, las realidades de un país son los dolores creados por esos intereses".

-Blas Infante-

Blas Infante es considerado el Padre de la Patria Andaluza, y queremos recordarlo y hacerle hueco en nuestra estantería, ahora que se acerca el Día de Andalucía. 

Nacido en Casares el 5 de julio de 1885 y asesinado -sin juicio ni sentencia- en Sevilla el 11 de agosto de 1936, fue conocido en vida por su bondad, extraordinaria inteligencia y ganas constantes de luchar y cambiar el mundo de los andaluces y andaluzas. Defensor de la educación, la igualdad entre hombres y mujeres, la sanidad universal y el reparto de las tierras -para así evitar que unos muriesen de hambre mientras otros dejaban yermos sus terrenos-; empleó todos sus recursos en ayudar a los demás. Abogado y notario, atendía a los jornaleros de manera gratuita en su casa, la única casa en propiedad que poseyó, y que decoró con símbolos de todas las culturas que convivieron en Andalucía. 

Alegría fue el nombre de su hija más pequeña, y Dar al-Farah (casa de la alegría), el de la propia casa, donde vivió con su esposa y sus cuatro hijos durante los últimos tres años de su vida. 

Escribió varios libros, entre los que destaca "El ideal andaluz", y realizó multitud de estudios sobre nuestras raíces, desplazándose a Marruecos para buscar respuestas más certeras. Su amor por Andalucía era inconmensurable.

Su nombre fue borrado de la Historia durante más de 40 años, tras la nube de la Guerra Civil y la Dictadura; como el de todos aquéllos que no sólo se permitían el lujo de pensar por sí mismos, sino que además animaban a otros a realizar tan peligrosa práctica. 

Sus palabras siguen siendo exageradamente actuales. Casi 83 años después de su muerte, parece que poco o nada hemos cambiado. 

"¡Viva Andalucía libre!"

Imagen de archivo by Fundación Blas Infante