EL ESPAÑOL ERRANTE

Difícil momento presente, muy cambiante. 
Ambiente extremadamente enrarecido. 
Estamos volviendo a lo de antes
sin haberlo siquiera pretendido. 
¿Acaso no tuvimos ya bastante
con todo lo pasado y malvivido?
Seremos de nuevo un pueblo errante, 
dejándonos en manos del destino. 

“Que si no me fío de ésos, 
que si aquéllos no me encajan, 
que si prefiero caerme muerto
y acabar encerrado en una caja 
antes que verme metido en medio
de una coalición de perroflautas.
Para que me tomen por lerdo, 
ya me pongo yo mismo la mortaja”.

Nos cuentan cómo ha de ser un buen ciudadano:
católico, apostólico, romano y practicante.
Mas ninguno ha leído su libro, tan sagrado; 
probablemente, no lo creen importante,
porque tendrían que rendir cuentas de lo humano,
pues lo divino se difumina en la conciencia y en el aire. 
No sea que alguno descubra los derechos humanos 
y que no está bonito odiar al inmigrante.

Nos dicen que las mujeres estamos locas, 
que lo queremos todo por nuestro santo coño.
Porque eso sí que es santo, y nuestras bocas,
que cotizan muy alto cuando buscan el modo
de dejar a un lado a sus beatas esposas
y pasar un rato de esparcimiento y morbo.
Menos ir a misa y más amor a la prójima,
que a cada cerdo le llega su otoño.

Y saquen sus rosarios de nuestros ovarios, 
que no estamos aquí para aumentar cifras 
ni para asegurar pensiones ni impuestos varios.
Sólo nos debemos a nosotras mismas.
Seamos, pues, malas ciudadanas y ciudadanos, 
porque la polémica está ya servida, 
unamos todas y todos nuestras manos…
Tenemos que ganar esta partida. 

Pintada en la pared: Saca tus rosarios de mis ovarios.
Imagen en Tribuna Feminista

Comentarios

Entradas populares