Un perro en el balcón

Un perro aúlla a los árboles a los que las hojas se les mecen; también aúlla al sol.

No está triste, sólo les habla moviendo la cola con cada aullido; no hace daño a nadie.

Un hombre acaba de aparecer y lo mira, muy serio.

Sol de enero, sol en la alameda, sol de invierno que acaricia…

Gloria.

Suena el móvil. No conozco el número, pero descuelgo y una voz detrás del auricular me susurra:

- Hola, soy Bruno… [silencio expectante] …de (operador de telefonía cualquiera)…

- Acabas de perturbar mi paz para nada…

Me cuelga - es la primera vez que un operador me cuelga el teléfono en lugar de ser yo quien lo haga tras perder la paciencia -...

El perro sigue aullando hasta que el hombre, ebrio, le tira una naranja para acallarlo.

Por suerte no le da, pero el perro corre a esconderse dentro de la casa.

Otro que rompe la magia del momento.

¡Qué poca sensibilidad para esta mañana tan bonita de viernes!

Imagen by http://unamiradadesdeotrosojos.blogspot.com