Todos somos iguales, sin distinción de género, raza o estatus social. Pero ¿qué cara se te queda cuando te dicen "amoto", "afoto", "haiga" o "indición"?
Todos somos iguales, así que no cuesta nada aprender.
Sigamos tomándonos la vida con humor. Todo es más fácil así.
Comentarios
Publicar un comentario
¡Gracias por tus palabras!