Todos muertos


Aquí estamos todos muertos. 

Después de vivir lo vivido, muchos terminamos aquí, en este antro de mala muerte donde los recuerdos se beben – con regusto a whisky barato -, y el amor es tan fugaz e insípido como un cigarrillo consumido, urgentemente, en algún cuarto de baño. Y como no podía ser de otra manera, aquí termino yo; rodeado de promesas rotas, desengaños, infidelidades y Dios sabrá cuántas tropelías más. 

Nadie habla con nadie, todos nos comunicamos telepáticamente con aquello que contenga alcohol, buscando un tesoro en el fondo del vaso, un recuerdo feliz que nunca tuvo lugar o una pista de en qué momento la vida se truncó. Cuando te rellenan el vaso puedes plantearte si algún día alguien te sacará de este lugar. 

Una chica comienza a cantar una canción. La conozco muy bien. Entona una sarta de insultos, a cada cual más bonito hacia ese novio que le destrozó la vida. La letra es nuestra vida en común y ha tenido a bien titularla “Sin resentimientos”. 

Nos hicimos mucho daño amándonos, menos odiándonos. Pero estábamos hechos el uno al otro. 

Fingimos seguir siendo muertos pero nunca fuimos más felices de volver a encontrarnos. 

Vaso de whisky con hielo recién preparado
Imagen by Life and Style



Comentarios

Entradas populares