LA FELICIDAD

Me han comentado varias veces,
que la felicidad no existe.
Que son momentos de alegría,
efemérides de satisfacción.
La recompensa de un trabajo
bien hecho.

Qué triste resumir la felicidad.
Qué pobre encasillarla en un instante.
Qué vacío limitarla a la alegría o el bienestar.

¿Y la felicidad de compartir tristezas
y aliviar su peso juntos?
¿Y la felicidad de hacer propias
unas lágrimas ajenas
y pintar así los más grises recuerdos?
¿Y la felicidad de poder despedirse
cuando llega el momento de partir,
y sabes que no habrá más oportunidad?

Quizá la felicidad no es un momento.
No es un sentir aislado.
No puede serlo.
Es mucho más grande.

La felicidad es
mirarse en unos ojos
que te miran
y, sin importar la carga que conlleve,
encontrar en ellos
                           tu hogar.

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