Un año soñando junto a vosotros


Desde muy pequeña, escribiendo poesía, por llamarla de alguna manera... y de repente se conjuran los astros para que haya tenido la oportunidad de desempolvar los viejos escritos repartidos por todas partes y en todos los soportes. Como no encontré ni una cuarta parte de lo que tenía escrito a lo largo de mi vida, no me quedó más remedio que usar de nuevo la imaginación y sacar de donde yo pensaba que ya no había.

Así que, para mí, este blog ha supuesto disciplina, compromiso, imaginación, compartir, echar a un lado los miedos y vergüenzas y mostrar una parte secreta de mí.

Dejar volar la imaginación; escribir poesía y prosa de cosas de las que nunca pensé que se podía escribir. Saltar de un tema a otro y de un estilo a otro sin miedo, sin prejuicios; como cuando estás contenta y de repente escribes el poema más triste del mundo...

También ha supuesto tolerancia y respeto por los demás, hasta por los que te ponen a parir cuando has escrito algo que no les gusta. Mano izquierda para responder a los ataques injustificados y descubrir la maestría de mis compañeras y compañero de andanzas, a los que debo muchos ratos de risas, enfados, coordinación, descoordinación, cariño y mucho más que no se puede explicar.

Gracias por estar aquí conmigo y por compartir tanto y tan bonito.

Gracias a todo y todos los que me han inspirado en algún momento, también a los que me han hecho tanto daño, canalizado en forma de poema.

Gracias a mi hermana por invitarme a pertenecer a esta "familia escritora".

Y, por supuesto, gracias a mi pareja, mi Amor, por buscarme las fotos para mis escritos, por hacer lecturas críticas de mis textos, por tolerar que desde hace un año pase “todo el día enganchada al móvil o al ordenador” y por tantas cosas más que él ya sabe...

Queridos lectores, espero seguir escribiendo mucho más y por mucho tiempo. Y vosotros que lo leáis.

-Maulia-



“Yo creía que quería ser poeta, pero en el fondo quería ser poema”.
Jaime Gil de Biedma.

Seguro que todos conocéis a alguien que, cuando necesita decir algo importante, termina desacertando todas sus palabras. Pues yo soy uno de ellos. Hablar no es mi fuerte, siempre elijo las palabras erróneas. Sin embargo, refugiado en la escritura, me he sentido yo casi siempre, como si las palabras se gustaran al verse escritas y se ayudaran para evitar el fiasco normal de mis pensamientos. 

Hay personas que me aprecian, y tanto han creído en mí, que me impulsaron a que os contara lo que me pasa por el corazón. Y no puedo más que agradecerles esa confianza y el apoyo que me han dado, porque en vosotros, lectores, he encontrado el espejo donde se reflejan todas las sensaciones que me cruzan el alma y me salen por las manos. Vosotros me habéis llenado de satisfacción al sentir como buceabais por mis letras. Esto no me convierte en escritor, pero me hace un ser más entero, porque me habéis ayudado a juntar mis pedazos.

Al final de esta estantería he saciado también mi sed de lector. Cuatro artistazas comparten este rincón conmigo, donde perderse es un placer y nadar entre versos, cuentos, relatos, bambalinas y escenas de otros mundos, es una caricia para los sentidos. 

Cumplimos un año y me siento enormemente agradecido. Aún con pedazos sueltos y la necesidad de intentar vestir de poesía las cositas que me tocan el alma cada día de esta vida que me ha tocado gastar. 

-Denístocles-



A veces, la inspiración no llega porque sí, pero ojalá lo hiciese. Ojalá fuera una máquina donde abundase la imaginación en la conjunción de mis palabras, en esos largos o pequeños textos. Ojalá todo lo que pasara por mi mente, pudiese esculpirlo en hermosos relatos, en brillantes obras de teatro, en emocionantes cuentos, en delicada poesía...

A veces llega y otras no tanto. Y son esas veces, las que no, aquellas en las que cuesta el doble, el triple... aflorar la escritura, donde percibes que en ocasiones no hace falta esperar a que llegue ese duendecillo divino de la inventiva, a veces, sólo requiere de un empujoncito, un leve esfuerzo para que brote la magia. Eso, en multitud de momentos, ha sido mi estantería.

Agradecer a mis compañeros tanta pasión manifestada, declarada y salida del alma en éste, nuestro escenario. 

Y gracias a vosotros, lectores, por querer compartir con nosotros, por cada palabra de ánimo y por cada crítica constructiva. 

Juntos llenamos vacíos...

-Cellinna-



Aunque soy el miembro más esquivo del grupo, he disfrutado muchísimo este año viendo cobrar vida a mis personajes y me encantaría que todos siguiéramos creando este mundo de fantasía por muchos años más.

-Rúmez-



Escribir para expresarme. Escribir para abrirme. Escribir para liberarme. Escribir para sentir que estoy viva. Escribir para dar sentido a mis pensamientos. Escribir para hablar sin mover los labios. Escribir para esculpir mis sueños. Escribir para ser yo.

Llevo escribiendo desde siempre. Pero, ¿qué es desde siempre? Desde que tengo recuerdos, desde que empecé a tener conciencia. Desde antes de saber qué era escribir. Juntaba las palabras y contaba historias, que luego leía al teléfono -aquél enorme teléfono rojo- a algún familiar. Aprendí a leer y a escribir de muy pequeña (cosa que debo agradecer a Maulia), antes de lo que ahora recomiendan, antes que todos los demás. Y en esas sigo. Aprendiendo, juntando versos, frases. Pensando, pensando mucho, demasiado, desde siempre.

Comparto este espacio con cuatro maravillosas personas, a las que tengo gran cariño y respeto, capaces de dar forma a todo tipo de historias. No somos más que cinco desequilibrados que han encontrado un lugar en el que apoyarse y compartir su interior con el mundo, pero huyendo del equilibrio… es demasiado aburrido.

Hoy, os damos las gracias por acompañarnos en esta aventura, que esperamos continuar e ir transformando en el tiempo. 

Feliz vida.

-Giadalia-


Un año soñando junto a vosotros.
Imagen by Rocío Liáñez Andrades

Comentarios

Entradas populares