PERO QUE TODOS SEPAN QUE NO HE MUERTO

Hace 82 años, mataban a Federico. Lo hacían porque no pensaba como ellos. Porque escribía y hablaba con el pueblo. Porque viajaba y contaba lo que pasaba aquí. Por masón y maricón, dijeron. La realidad es que querían matar la voluntad de un pueblo, pero Federico les sobrevivió y sus letras continúan escuchándose en escuelas y escenarios del mundo entero. Porque no se puede acallar el verso. Porque no se puede acallar al pueblo.

Denístocles

"Soy como el pájaro libre que tomó por castigo, la cárcel que impuso mi madre. Mi juventud, mis días y años más fértiles se van tiñendo de negro y de ahí, busco sin tregua mi claro motivo del deseo, con quien quiero perderme, con quien anhelo sentirme mujer y ante todo, mujer libre". 

Palabras que, aun no saliendo exactamente así de mi boca, llenaban mi alma. Un Lorca que adoraba a la mujer, a lo femenino, llenando su teatro de manera clara y directa cada expresión, cada acción, aunque no significase estar en lo correcto.

Joven Adela, joven yo... dándome los mejores días de ensayos y actuaciones. 
Federico aún sigue muy presente, muy vivo, muy nuestro.

Cellinna 

Lorca es reivindicación, libertad, poesía, teatro... Quien me vistió de "la novia" y me puso sobre un escenario. Quien me mostró que prevalece morir siendo libre a una vida de cautiverio. 

Rúmez

Huyendo del desamor y de tus amigos. Errante como Un Perro Andaluz en profunda reflexión pesimista, decides irte a buscar Poetas, en Nueva York. 

Sientes aversión por los neoyorquinos y pasas mucho tiempo en Harlem, en el Small's Paradise, rodeado de negros y otros excluidos, que serán la semilla de tus futuros personajes con los que denunciar el acoso a las minorías étnicas y sociales. Y entonces llega el Crack del 29... "impresionante por frío y cruel... Espectáculo de suicidas, de gentes histéricas y grupos de desmayados. Espectáculo terrible pero sin grandeza".

"Nadie puede darse idea de la soledad que siente allí un español, y más todavía un hombre del sur".

Aquí y así nació tu "Poeta en Nueva York".

Maulia

Agosto... considerado el último mes del verano para muchos, cuando quedan vacías las grandes ciudades y se llenan las playas y revive la "casa del pueblo".

Agosto... cuando corre una suave brisa mezclada con el fuego que cae del cielo. Justo ese momento en el que se percibe en el ambiente el nuevo año, o curso, que llega con la caída de la hoja. Ese momento de nuevos proyectos y atardeceres rojos.

Pero también es agosto el mes en el que nos robaron de las manos, hace ya 82 años, a algunos de los personajes más grandes de nuestra historia o literatura.

Corría el año 1936 cuando les arrancaron la vida a Blas Infante y a Federico García Lorca. Pretendían hacer que cayeran en el olvido, ¡qué equivocados estaban! Acallaron sus voces... Dos personas íntegras, valientes y que aportaron tanto.

“Yo tengo clavada en mi conciencia, desde mi infancia, la visión sombría del jornalero. Yo le he visto pasear su hambre por las calles del pueblo, confundiendo su agonía con la agonía triste de las tardes invernales...” (Blas Infante, "El ideal andaluz")

"La poesía no quiere adeptos, quiere amantes." (Lorca)

Giadalia

<<... Quiero dormir un rato,
un rato, un minuto, un siglo;
pero que todos sepan que no he muerto;
que haya un establo de oro en mis labios;
que soy un pequeño amigo del viento Oeste;
que soy la sombra inmensa de mis lágrimas...>>

Federico García Lorca - Gacela de la muerte oscura (Diván del Tamarit - 1936)

Imagen by La Historia a color, fotografía coloreada por Rafael Navarrete. Posiblemente, la última fotografía de Federico, tomada en Madrid en el verano de 1936.