LA CARTA (MONÓLOGO)




(Sentada en el portal de su casa, con una carta en las manos).

Si yo hubiera leído esto antes... no ahora. ¿Ahora de qué me sirve?, ¿para qué saber en estos momentos que sin saberlo te tenía?... que me observabas mientras escribía, mientras cocinaba o mientras plácidamente me quedaba dormida... ¿cómo no me percaté de ello? Un simple vistazo hacia atrás hubiese bastado...

¿De qué me vale ahora saber que pensabas en mí, que me tenías presente, que no era una mera compañía?

Cuántas veces imploré cercanía, buscando tu sombra, y no fui capaz de advertir que las palmas de mis manos ya estaban llenas de ti; que por las noches remitías cartas a mi dirección sin un maldito sello. ¿Por qué no me las enviaste?, ¿por qué me llegaron ahora?

Pero no, maldito no es el sello que no pusiste, ni las cartas que no enviaste... Maldito el rumbo que tomamos, la desidia, la monotonía... la inconstancia y el no saber conocerte, el no ver que me querías.



Dos personas abrazadas y desnudas.
Imagen by Loui Jover


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