DESHACIENDO KILÓMETROS

Se fue de casa siendo aún muy joven, buscando quizá una vida mejor. Más tarde, se fundió y confundió entre los demás emigrantes, dejando lejos su país, pero no así los suyos. Corrían tiempos difíciles.

No olvidó sus raíces. Tal vez guiado por la tradición y lo que se mandaba, se unió a quien consideró una buena mujer. Volvió a su tierra, buscando incansablemente su lugar. Vio nacer a cinco hijos, por los que inventó un nuevo camino, tratando de darles una vida mejor. 

Era de pocas palabras, aunque me decían que cantaba flamenco y que era muy zalamero. Si algo aprendí de él, fue a guardármelo todo dentro y a seguir siempre creciendo. A no parar. A buscar mi camino y mi rincón en el mundo. A ser independiente. A veces, quizá demasiado. 

Acaba de cumplir años, y sigue deshaciendo kilómetros, cada día, cada semana, cada mes. Devora páginas, a pesar de no haber estudiado. Combate la soledad como mejor sabe, haciendo simplemente lo que le pide el cuerpo. Aprovechando el instante. Y sigue luchando y gastando las horas. 

Por mucho tiempo.

A mi padre.

Imagen by Estudio Fotográfico de Ronda