ELLA

Ella tiene una hermosa carita donde se conjugan a la perfección una sonrisa franca y una mirada llena de vida. Su pelo, siempre largo y salvaje. 

Como salvaje me pareció cuando la conocí. ¿Cómo cabía tanta energía y pasión en un cuerpo tan menudo? Parecía comerse el mundo, y se lo estaba comiendo, sin yo saberlo. No tenía ni idea de quién era Ella, de cómo eran sus sueños, sus inquietudes o su forma de pensar. Y poco o nada dejaba que escarbase en sus rincones ocultos, allá donde los deseos toman forma y la realidad no tiene nada que hacer contra ellos. 

Siempre me llamó la atención, a la vez que me descolocaba aquel afán excesivo por mantener su intimidad. Me dejaba hablar y hablar, pecado del que me reconozco culpable, pero no emitía ni juicios, ni opiniones, ni regalaba información sobre sí misma. Era una caja cerrada con ojos enormes, llena de misterios que esperaba poder abrir alguna vez, aunque fuese un poquito.

No siempre estuve cuando y donde debía estar, aunque la tuviera presente. El tiempo se fue arrastrando y avanzando, y nosotras fuimos creciendo, a veces juntas, a veces lejanas. Ella siempre estaba ahí, con su luz y sus oscuridades. 

Y, si alguien tenía la suerte de tenerla cerca, veía cómo todo se iluminaba a su alrededor, con su brillo cegador y una ráfaga de aire fresco que la acompañaba allá donde sus pies la llevasen, allá donde sus ojos se posasen. No era de este mundo, no, imposible. 

La vida, a menudo, no es un lugar justo; ni justo, ni hermoso. Ella, siempre en lucha, siempre fuerte, lleva venciendo demonios toda la vida… Pero su batalla ahora es tan grande, tanto, que a veces se siente derrotada y se deja llevar por el hastío. Qué difícil es nadar a contracorriente, pero qué necesario.

Sin ella, el mundo sería un lugar mucho más feo.
Ella desprende luz propia.
Ella es dueña de todos los colores del mundo.
Ella ha parido historias increíbles. 
Ella tiene la rara capacidad de escuchar.
Ella siempre busca ser una mejor versión de sí misma. 
Ella sabe ayudar a personitas que no pueden solas. 
Ella es divina poesía.
Ella es puro teatro.
Ella es un lienzo y un pincel y una paleta de acuarela.
Ella es toda imaginación.
Ella es fortaleza extrema. 
Ella tiene alas.
Ella lucha. 
Ella cree.
Ella siente.
La necesitamos con nosotros.
La necesito conmigo. 
Quédate… todo el tiempo del mundo.

Playa de la Caleta, Cádiz, al atardecer.
Imagen by Pilar Álvarez

Comentarios

Entradas populares