ESCENA VII. LA MUJER ALTA (VERSIÓN TEATRALIZADA). FINAL

Séptima y última escena de la versión teatralizada del relato homónimo de Pedro Antonio de Alarcón (1882).

Encontraréis la sexta escena aquí o pinchando en el hashtag "lamujeralta".

Quédate con nosotros y descubre el final de la historia.

...............................................................................................................................................


La escena se traslada ahora a la cueva donde están Gabriel, Eduardo, Sebastián y Pablo. Poco a poco esa música de misterio da paso al sonido ambiente de lluvia.


Pablo- No sé qué deciros. Me parece todo demasiado extraño. Todo lo sucedido se debate entre lo real y lo fantasioso.

Sebastián- Porque lo cuentas tú, Gabriel, que si no, diría que todo esto es una pantomima.

Eduardo- Ese hombre se volvería loco.

Sebastián- Moraleja: no hay que contar cuentos de miedo a los niños (todos se quedan mirando), ¿qué?, (a Gabriel) ya se lo comentaste tú mismo, es pura coincidencia.

Gabriel- ¿Qué es coincidencia?

Sebastián- El que apareciese.

Gabriel- ¿Y las palabras de esa mujer?

Sebastián- Una loca que la seguía, qué sé yo...

Gabriel- A Telesforo tampoco le parecía muy real, hasta que esa mujer le dijo aquellas palabras. Os podéis imaginar la de reflexiones y argumentos que empleé para tranquilizarlo.

Pablo- Yo creo que a Telesforo difícilmente podía tranquilizarlo nadie.

Eduardo- En esas circunstancias, mucho me temo que era ardua tarea.

Gabriel- Así fue... El caso es que os debo contar algo más.

Pablo- ¿Algo más?, ¿otra tragedia?

Eduardo- (Con ironía) El tal Telesforo era un imán para recopilar momentos agradables...

Gabriel- En esta ocasión, tendría que ver consigo mismo, algo que le ocurrió a su propia persona.

Sebastián- ¿Hablas de su fallecimiento?

Gabriel- Así es. Al poco tiempo de hablar con él, no transcurrieron muchas semanas, cuando Telesforo cayó enfermo. En ese momento me encontraba trabajando en tierras norteñas cuando una mañana recibí un telegrama informando de su muerte, y que estaba invitado al entierro justo al día siguiente... Y fui...


En ese momento, Gabriel se levanta y se dirige fuera de la cueva, casi tomando la posición central del escenario, ensimismado, mirando hacia su izquierda. Se hace un oscuro y queda iluminada solo su figura por completo. 


Gabriel- No os podéis imaginar a quién vi... Era ella... tan alta, tan huesuda, tan fea, tan vieja... sin duda era esa misma mujer de la que me habló Telesforo. Tuvo la desfachatez de sonreír mientras enterraban el féretro... Hubo un momento, tal fue mi asombro al verla que desconozco el tiempo exacto en el que ella se percató de mi presencia, como si me reconociese, como si fuese capaz de saber que conocía de ella a través de mi amigo. Fue en ese instante cuando me señaló y se echó a reír. Os prometo que un miedo atroz invadió mi cuerpo de tal manera que temí por mi vida.


Gabriel mira ahora al frente, el foco central se hace poco a poco más grande y van apareciendo a ambos lados de él, Pablo, Eduardo y Sebastián. Todos miran a Gabriel extrañados.


Sebastián- ¿Qué ocurrió?

Pablo- ¿Por qué se reía de ti?

Eduardo- Te irías de allí, supongo...

Gabriel- Antes de hacerlo yo, se fue ella. Desapareció entre el laberinto de patios y columnatas llenas de tumbas. Hace dos años de aquello y no he vuelto a verla.

Sebastián- Ni quieras, amigo mío.

Gabriel- Y ahora os pregunto, ¿qué me decís de todo lo ocurrido?, ¿quién creéis que era ella? (En ese momento, Pablo, Eduardo y Sebastián también miran hacia el frente).



Se hace un completo oscuro, desaparecen los personajes y a los pocos segundos de nuevo, con un único foco central leve, aparece iluminada la imagen de la Mujer Alta riéndose. 


Oscuro.


Imagen por Wallhere













Comentarios

Entradas populares