Ausencia
Martes por la mañana.
Tengo cerrada la agenda.
No recuerdo para qué la cerré,
pero estaba así desde hacía días.
Ayer no fui a verte,
tenía muchas tonterías
que hacer. No hice nada.
Tampoco el domingo,
ni el sábado...
¡Qué ridículas se ven ahora
las cosas que creímos
un día importantes!
El teléfono que siempre suena
ahora no deja de comunicar.
Comunicar. Comunicar.
¿Estás respirando?
No.
Dejé de respirar contigo.
Dejé de latir contigo.
Sólo pude abrazarte
cuando ya nada tenía sentido.
Sólo llorar tu ausencia
y mi desconsuelo infinito.
Ahora sé por qué la agenda
estaba cerrada.
Para no tener excusas
y quedarme contigo...
Un poema precioso y repleto de sentimiento. Besos
ResponderEliminarPerder a un ser tan querido es un sentimiento inexplicable. Poder recordarlo con un poema, un privilegio.
EliminarGracias por seguirnos.