Los signos de puntuación en la Historia

Los signos de puntuación son algo estrictamente necesario para que no haya confusiones en el lenguaje escrito. Ya sabemos todos/as que no es lo mismo: <<come, abuela>>, que <<come abuela>>. Los signos de puntuación pueden salvar vidas.

Y, sin embargo, estos mismos signos nos han traído siempre de cabeza a todos/as. Es esa parte de nuestra lengua que, por más que la estudiemos, y por más que tratemos de usar bien, siempre nos genera dudas. 

¿Se pone aquí el punto y coma [;] o un punto y seguido [.]? ¿Toca un guión [-] o unos paréntesis [()]? ... ¡¡Horror!!

Tranquilos/as, es un mal de muchos. Y llega a causar tantas dudas y tantas malinterpretaciones, que un buen número de estudiosos han intentado aportar soluciones novedosas en todas las épocas, llegando incluso a hablar de puntuaciones referidas a la ironía o al sarcasmo. ¡Como si el sarcasmo pudiese puntuarse! ... ¿O sí?

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El lenguaje escrito está, además, en constante evolución debido a su gran auge en las redes sociales. Nos encontramos en la época de la Historia con más aportaciones de lengua escrita, procedentes de todas partes del mundo y de todo tipo de autores. Internet, oh, estás en todos los hogares... con todo lo que eso conlleva.

Os dejamos un poco de información sobre curiosidades acerca de la puntuación oficial y las propuestas no oficializadas en este enlace, así como un breve vídeo sobre la evolución de los signos de puntuación en la Historia. 

Y recordad... más vale un signo de puntuación en mano, que cientos de palabras volando.

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