Turismo, libros de viajes y puntos de vista


“¡Sevilla es tan horrible! Resumiendo, nunca vi una ciudad más fea. Cómo lamento haber venido desde tan lejos para esto. Ni entiendo cómo se puede escribir tan apasionadamente de España y describirla con tintes tan encendidos. Me había imaginado una segunda Palermo, una vega de naranjos, limoneros y granados, viñedos adornados con palmeras balanceándose al sol y un escenario de encumbradas montañas, oscurecido por una vegetación de castaños y encinas.
Lo que hallé, en cambio, fue una llanura, monótona hasta la exageración, una planicie inacabable, por lo que entendí que se extendía hasta Gibraltar. Un interminable campo de trigo, fértil, es verdad, pero sin ningún interés y sin un solo árbol que rompiera aquí y allá el cansino panorama.  La desilusión comenzó ya en Córdoba, con la luz del amanecer, con la que me restregué los ojos para seguir con la mirada los meandros de un río insignificante, del que me enteré con sorpresa que se trataba del famoso Guadalquivir” 1

En el día Mundial del Turismo, queremos hacer una pequeña mención a las primeras mujeres viajeras que comenzaron a recorrer el mundo, generalmente solas, y a describir sus andanzas por territorios españoles y más concretamente andaluces, con más o menos suerte.
Entre ellas encontramos a Frances Minto Elliot (1820-1898), que según una de sus biógrafas (Jane Robinson) era una mujer de clase alta y adinerada, con pocas preocupaciones, que solía escribir para otras mujeres ricas. Fue de las primeras mujeres que escribieron guías de viaje (“travelogues”).  Publicó también varias novelas y artículos críticos y sarcásticos, algunos de ellos muy escandalosos para la sociedad del momento.
Olvidada durante mucho tiempo, en su época fue muy popular y sus libros reeditados múltiples veces y publicados tanto en Europa como en Estados Unidos. Entre su círculo literario se encontraban Charles Dickens y Wilkie Collins; éste último le dedicó en 1872 su novela “Poor Miss Finch”.
En 1882 viajó a España y a su vuelta a Londres publicó “Diary of an idle woman in Spain” (1884), donde narra su estancia en este país.
Como hemos podido ver, donde otros encontraron jardines  gloriosos, suntuosidad y elegancia, ella sólo vio reprobación y fealdad.  Así, sus libros de viajes nunca fueron traducidos en su época a otros idiomas, imaginamos que por el trato de desprecio y suficiencialidad que mostraba en sus textos. A modo de ejemplo, su descripción de Sevilla.
Como todos los puntos de vista tienen cabida en estas páginas, pudiendo gustarnos o no, nos ha parecido interesante “desempolvar”  a esta peculiar escritora inglesa.

Del libro “Diary of an idle woman in Spain” (Diario de un mujer desocupada en España). Londres, 1884




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