Llenando vacíos

Llenando vacíos,

de estanterías con sed de historias comunes, de libretas hambrientas de páginas vivas, de hojas que se vaciaron en un instante de pasión, en pos de un latido mayor, de un latido mejor.

Llenando vacíos

de palabras llenas. Llenas de gritos, de rabia, de miedo, de esperanza e ilusión. Llenas del ardor de la batalla. Ese fuego cruzado entre escritor y lector, donde la paz solo es un armisticio. 

Llenando vacíos

donde una vez se desbordaron los sentimientos, donde la palabra era un camino, y el beso, la mejor manera de escribir en aquella libreta, que finalmente se fue quedando en blanco, dejándonos sordos de soledad.

Llenando vacíos

para no salvarnos, para escuchar algo más que el eco de nuestro lápiz, para ser pequeños y crecer contigo, que ahora me lees. Porque ya no estás solo. Porque tu vacío es el mejor estante que llenar. Porque nos tenemos que volver a vaciar.

Llenando vacíos...

Imagen by editorial Dunken