Te echo de menos

No sé por qué, pero hoy,

me dio por echarte de menos.

A ti, que llenaste de comida y música,

tantas tardes hasta la madrugada,

haciendo del debate un arte

y una forma de existir.

Que arreglamos el mundo, y lo pintamos

del color del pacharán

y la bandera tricolor.

A ti, que ya no estás,

te echo de menos.

Te echo de menos a ti también,

que llenabas las noches de llanto

y los días de ilusiones.

Que aprendías a cada paso,

buscándome para jugar,

mientras me llenaba de orgullo viéndote crecer.

A ti, que apenas me hablas ahora,

mientras evitas escucharme,

a ti, te echo de menos.

Te echo de menos a ti,

que fuiste mi futuro mientras vivía el presente,

que aguantaste mis cargas vistiéndolas de risas,

que me ayudaste a salir del pozo

llenándome de caricias,

que inundamos los días con cerveza y sueños.

A ti, que haces un nuevo camino,

también te echo de menos.

Te echo de menos a ti,

que aunque estás siempre presente,

me falta poder mirarte.

Que extraño tu abrazo, aunque usemos la magia.

Que eres mi impulso y mi sonrisa y mis ganas,

pero me sobran kilómetros para hacerlo piel.

A ti, que siempre estás, pero me faltas,

tengo la suerte de echarte de menos.

Y te echo de menos a ti,

a todos tus libros que sonaban distintos en tu voz,

a todos tus consejos que eran mi asidero,

a todas tus tonterías y bromas, que eran mi sonrisa,

a tu manera de ver la vida que era mi escuela.

A ti, que te busco en la playa, las coplas de carnaval

y el Principito, 

te echo de menos.

No sé por qué, pero hoy,

inundado de melancolía,

me he dado cuenta

que echar de menos,

es la suerte de aquellos que usan el corazón.

Imagen by Mi Granero